Pero sí tiene la suficiente suerte de tener un balde lleno de pelotas de básket que brillan en la oscuridad. De pronto, usted oye una respiración.
¿Será un oso hambriento de sangre, o sólo sus amigos haciéndole una broma?
Para averiguarlo, usted lanza desesperadamente las pelotas en la dirección del sonido, y memoriza las posiciones de los lugares en que las pelotas golpean. Logra así descifrar rápidamente el siguiente perfil del objeto frente a usted:
Por fortuna usted TAMBIÉN tiene una bolsa con pelotas de tenis que brillan en la oscuridad. Usted las tira en la dirección del sonido, y recibe como premio la siguiente imagen:
Hmm..... no mucho mejor. Las pelotas de tenis son aún demasiado grandes para bosquejar la forma del objeto contra el cual chocan. Usted sólo tiene una vaga idea sobre el contorno del objeto.
Su último, pero alegre, pensamiento es que usted usó la sonda más pequeña para obtener la máxima información sobre su destino.